Entrevista a Nora Elena Sangiorgi (Ex Directora del Jardín N° 905)

Corría el año 1981 y en la cuadrícula Norte de la ciudad había una elevada cantidad de niños en edad preescolar pero ninguna institución educativa que los recibiera. Fue así que un grupo de ex ferroviarios solicitaron a las autoridades educativas la creación de un Jardín de Infantes proponiendo como sede el lugar ocupado antiguamente por la Escuela Nro. 4, que se había trasladado a su nuevo edificio. Al año siguiente llega la confirmación de creación de un Jardín en el lugar propuesto, pero se derribaría por completo el edificio existente por su avanzado deterioro y se construiría un edificio nuevo. El 18 de octubre de 1983 se inaugura y habilita el Jardín de Infantes 905 con la denominación de “Isidora de Vega”, en homenaje a una educadora de Nivel Inicial que actuando como Inspectora también en Balcarce, había perdido su vida en un accidente en cumplimiento de su labor. Su primer equipo directivo estuvo integrado por la Sra. Mirta Graciela Carlón como directora y la Sra. Mónica Martorello como Vice directora, quienes ejercen sus funciones hasta el año 1987, siendo reemplazadas por María del Carmen Dágata como directora y Nora Elena Sangiorgi como Vice directora. Durante este período apadrina la institución la Fundación del Museo del Automovilismo “Juan Manuel Fangio”. Durante 1994 y a partir de fines de 1996 la dirección fue ocupada por Nora Sangiorgi hasta el años 2007, actuando durante este periodo como Vice directoras las Sras. Irene Rodríguez, Viviana Domínguez, Ofelia Panaggio y Mónica Rodríguez, quien asciende a la dirección al jubilarse la directora Sangiorgi. El crecimiento de la matrícula motivó la ampliación del edificio, la creación de nuevas secciones y la designación de más personal docente. En todo este crecimiento tuvo relevante actuación la Asociación Cooperadora, quien trabajó respondiendo a las necesidades de funcionamiento de la institución. MI TRAYECTORIA EN EL JARDÍN Me siento unida al Jardín 905 por varios motivos: mi educación primaria transcurrió en el edificio de la antigua Escuela 4 donde posteriormente fue creado el Jardín, soy hija de uno de los ex ferroviarios que solicitaron su creación, mi carrera transcurrió mayoritariamente en esta institución, sigo viviendo en el barrio del Jardín y por mi actividad en Amigos del Riel tengo la oportunidad de seguir articulando historia e identidad con esta institución. Llegué en el año 1985 como Maestra de Sección, siendo designada para la 1ra. Sección del turno mañana. A los dos años, en 1987, al quedar vacante la Vice dirección, me presento a prueba de selección y soy designada para cubrir ese cargo que desempeño hasta que por Concurso de Títulos y Oposición soy designada Directora titular del establecimiento, función que desempeño hasta mi jubilación, el 1 de octubre de 2007. Durante los veintidós años de mi paso por el jardín 905, tuve la posibilidad de trabajar con distintas compañeras de gestión, atravesando momentos de muchos aprendizajes, momentos difíciles donde lo social llegaba al jardín con una crudeza que era necesario atender, de manera que en un momento, por ejemplo, debimos habilitar un Comedor Escolar para cubrir las necesidades nutricionales de los alumnos, experiencia donde se cocinaba en el Jardín con la buena voluntad del personal y de vecinos que colaboraban con la mercadería. Hubo momentos de superación de problemas, como el vencimiento de las vigas de sustentación de los techos cuya refacción debió afrontar cooperadora, pero muchos más de inmensas alegrías donde los proyectos se desarrollaban con el compromiso de un equipo de trabajo que honró a la Educación Infantil. Me tocó transitar por muchos cambios curriculares, por el Congreso Pedagógico, por el cambio de denominación de Educación Preescolar a Educación Inicial y por cambios en el abordaje didáctico que nos movilizaron del conductismo imperante al constructivismo de saberes, cambio nada sencillo de encaminar. En el año 2006, el Jardín representa a la Región XX en el Congreso de Educadores del Medio Ambiente, a través de su proyecto “El Patio: un lugar de ciencias, comunicación y vida”, proyecto declarado relevante por su amplio abordaje curricular. Este proyecto, como otros más, le dio a la institución una identidad particular que respondía a los requerimientos de la comunidad a la que respondía en esos momentos. En el año 2007 me despido de la Educación Inicial después de treinta y cuatro años de desempeño, veintidós en el Jardín 905 de los cuáles veinte años formé parte del equipo directivo. Tomar la decisión de jubilarme no me fue difícil, ya que me iría del Sistema Educativo habiendo dado todo lo que tuve posibilidad de dar, pero también habiendo recibido más de lo que esperaba. Mi agradecimiento hacia esta institución sigue presente, a mis compañeros, a las distintas cooperadoras con las que me tocó compartir y a los padres que siempre me respetaron y escucharon, pero debo ser sincera: mi norte fue la educación de los niños, por eso decidí ser Jardinera, para ellos me capacité durante toda mi carrera y es a los niños a los que estaré eternamente agradecida, jamás los olvidé, ellos me dieron la oportunidad de ayudarlos a construir saberes siendo andamiaje de sus aprendizajes, el Jardín de Infantes me enseñó que es en la infancia donde se encuentra latente el futuro más sano de la humanidad. La infancia es campo fértil donde las maestras debemos intervenir con el mayor cuidado, la recompensa más sincera es el amor que los niños nos regalan mientras son nuestros alumnos; si al pasar el tiempo nos olvidan no debemos preocuparnos, porque por la edad es probable que eso ocurra, pero lo que habremos sembrado en sus almas los acompañará por siempre. Gracias Rosana Ponce por haberme impulsado a escribir estas palabras y recordar mi propia historia, gracias al 905 porque cada vez que me convocan para participar de alguna actividad, me hacen sentir que nunca he dejado de ser Jardinera”